"Vacío" [Inoodai]

 [Nota: Angst]

   Mis manos están frías sobre las desgastadas teclas del piano que alguna vez toqué cuando pequeño. Aquel que alegró tus mañanas cuando te conocí, el que hoy, llena de nostalgia mi corazón. Mis huesos de las manos se mueven al lento compás que le llevo. ¿Cuánto más voy a soportar así?

—    Daiki...

   Susurro tu nombre, mientras apoyo mi frente en el piano. No puedo pensar en otra cosa que no seas tú, porque mi mundo se vio acabar apenas te fuiste. Ya ni la música me puede completar, si no tengo la inspiración que algún día me trajiste, con tus sonrisas y con tu amor.

   Perdí la cuenta de las lágrimas que cayeron por mis mejillas. Siento que mi cuerpo se exprime y mi cerebro se seca, pierdo el sentido. Se siente vacío.

  Me levanté lentamente, hasta llegar al futón que nos cobijó durante tantas noches ¡Y pensamos que este sería nuestro mejor verano! Pero solo me veo a mí, abrazado a un búho de felpa, que es lo único que puede llenar algo en mí.

—    Aún el futón huele a ti…
  

   Hundí mi cabeza, hasta dejar que el aroma se impregnara en mis huesos, en mi consciencia. ¿En verdad existe un dolor tan fuerte como este?

   Tu olor me hace llorar, más bien, los recuerdos que cada uno produce. Las veces que hicimos el amor sobre estas mantas y las veces que dormimos tan apegados, fusionándonos en uno solo. Tus piernas aferradas a las mías y como yo buscaba tus brazos, para enredarlos con los míos. Nuestras respiraciones unidas por un sutil beso, el cual duraba toda la noche.

   Pero apenas abro los ojos, veo solo aire remplazando el espacio en el que tú deberías estar.

   Duele que no estés y sé, que si ambos nos hubiésemos tenido que despedir, simplemente jamás te hubiese dejado ir. Pero te fuiste y yo no pude hacer nada.

   Busqué por toda la casa, pero no encontré ninguna carta, mucho menos un mensaje en el teléfono o alguna llamada perdida. Es más, tu número había sido borrado desde mi móvil ¿Por qué? Te fuiste con todas tus cosas, no dejaste huella ni rastro, pero dejaste lo más importante agonizando en “nuestra” casa. ¿Por qué me has dejado?

   Me levanté del futón, arrastrando mis pies hasta la cocina. Está casi nueva aún y es que, ¿Habrás alcanzado a preparar uno o dos platillos? Eso me recuerda que no he comido desde que te fuiste, pero mi estómago no se queja. Solo mi corazón.

   Dejo la cocina y me vuelvo a la sala de estar, en aquel sillón “imaginario”. Nunca supimos si existió o no, ni tampoco su forma u extensión. Solo era nuestro sillón, para conversar y otras cosas.
  

   Suspiro.

   ¿En qué momento la casa se volvió tan fría y solitaria? Ya no quisiera estar acá… Me gustaría correr e ir donde tú estás. Pero no lo sé, te has perdido completamente de mi mapa, es como si de verdad, no quisieras que te encontrara.
   Te llamo una vez más, pero has cambiado tu número. Eso me hace solo querer golpearme. ¿Qué tan desolada puede estar una persona por amor? ¿Qué hice mal esta vez?

—    Vuelve… - Supliqué.

   Porque cuando te fuiste, yo también desaparecí. Ya no hay razón para seguir, no hay razón para mí.